A lo largo de los últimos años se ha evidenciado el paulatino desmantelamiento de este órgano de gobierno. No se nos oculta el interés que tienen algunos por silenciar la posibilidad de una voz crítica dentro de la institución. En este sentido, se han puesto en marcha diferentes estrategias para silenciar la voz de aquellos estudiantes que no se han dejado domesticar y no se han puesto al servicio del rector o su Jefe de Gabinete, el profesor Antonio Rodríguez Hernández. Algunos, que pregonan por ahí que son parte de la lucha estudiantil, deberían mirar si les cuelga algún hilo de esos que usan los titiriteros. La lucha estudiantil no se organiza en los despachos ni admite discursos edulcorados. Como decía Camilo Torres: “Es necesario que la convicción revolucionaria del estudiante lo lleve a un compromiso real, hasta las últimas consecuencias”.
Pensando en esto, nos alzamos contra la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), la Convergencia Europea, contra la subida de las tasas y la mercantilización del aula y del estudiantado, en defensa de una educación pública, gratuita y democrática. Hacemos un llamamiento a todos los estudiantes de las Islas para que se sumen a las jornadas de Huelga Estudiantil los próximos días 5, 6 y 7 de febrero.
***
Parece ser que AMEC molesta en este Claustro, algunos nos piden que declinemos participar en el mismo y terminemos expresando nuestro compromiso reivindicativo fuera de este órgano de gobierno; otros, algo limitados intelectualmente, nos acusan de abusos retóricos. En definitiva, sueñan con vernos fuera de la institución; sin duda, es cierto aquello de que hay voces que provocan resonancias malditas, malos sueños para aquellos que están acostumbrados a las terapias adulatorias y deshonestas sin fondo ni principios.

Pero nuestra voz se hace cada vez más necesaria para impedir que se cierre el círculo de la infamia en esta universidad de pretendidos sordos. En esta institución solo se ha querido escuchar un discurso monótono al servicio del rector y su equipo de gobierno, y no se ha querido dar cuenta de los fracasos, fracasos que se acumulan desde el año 2007. Hace apenas unos años, era muy fácil achacar los males de la ULL a los anteriores gobiernos, pero ya ha pasado demasiado tiempo, y ese cuento ya no se sostiene. Por esa razón, el siguiente paso fue edificar un discurso único que travistiera al rector Doménech de gran gestor, construir una verdad inmune a las críticas, y en eso se han empeñado los ideólogos régimen. Como todo pensamiento único, la verdad edificada para el rector Doménech ha tratado de abarcarlo todo, y, ciertamente, ha colonizado a gran parte de los trabajadores de esta institución. Mentiríamos si negáramos que buena parte del profesorado y del PAS se han puesto bajo su protección, señor Doménech Martínez. Pero la imagen, esa imagen informal, que sus propagandistas han diseñado para captar la atención de los estudiantes no ha terminado de conquistarnos, posiblemente, porque los buenos negocios de unos, suelen suponer la desposesión de otros. Y las verdades, elevadas a pensamiento único, están huecas por debajo, a los desposeídos no se les oculta que debajo de sus promesas, de sus verdades, de su Plan Bolonia, de su universidad europea, de toda su parafernalia no hay nada, absolutamente nada. Usted no tiene, a día de hoy, nada que ofrecer al estudiantado. Y para los otros, para aquellos que han buscado la sombra, su sombra protectora, solo les queda taparse los oídos, ejercer de sordos para no escuchar que usted, señor Doménech, representa el fracaso de esta institución. Podríamos hablar de su campus de excelencia sin financiación, de sus Estatutos, que no terminan de salir (fracaso de años, Doménech), de la inauguración de una universidad privada, a poco menos de 35 kilómetros de La Laguna; el fracaso de la extinción de titulaciones, que tanto daño ha hecho a los estudiantes de esta Casa. Son muchos sus fracasos, rector Doménech: fracaso institucional, fracaso democrático, fracaso económico, fracaso académico, fracaso moral, fracaso ideológico, fracaso de su modelo de excelencia, fracaso en la gestión de las infraestructuras (la ULL se cae a cachos), fracaso de la gestión universitaria a todos los niveles, fracaso de la movilidad, ¿qué ha pasado con las becas sénecas? Usted nos dirá que eso no es culpa suya, pero ¿no fue usted y su equipo el que se dedicó a vendernos esa famosa movilidad? ¿No fueron ustedes los que predicaron esa “verdad”?

Esta es una universidad derrotada. Los pocos ideales que podían ser defendidos han terminado siendo deformados por sus gestores, esa cabeza hipertrofiada para un cuerpo famélico (exceso de vicerrectores y de directores de secretariado). Y el resto del discurso universitario, esa mentira repetida durante años, ya no puede alimentar al Movimiento Estudiantil. La universidad nunca ha sido un espacio de libertad ni el refugio de valores democráticos. No se puede confundir el continente con las personas que luchan y entregan sus energías por transformar la sociedad. Y luchar, lo que se dice luchar, luchan pocos, siempre hemos sido muy pocos y pocas en la lucha. Estamos cansados de ver como la ultraderecha, el centro derecha o esos socialdemócratas (mejor dicho, social-liberales) manipulan la memoria y se transfiguran de luchadores, nada más y nada menos, de viejos luchadores por la libertad. ¿La libertad? ¿Qué libertad? ¿De qué libertad puede hablar un estudiante universitario que sigue a expensas de un Reglamento de Disciplina franquista del año 54?

¿Cuál es el estado de la universidad a día de hoy? Asistimos al final de la universidad pública. Y en este final, los estudiantes somos las víctimas propicias de la mayor estafa educativa de los últimos diez años: el Espacio Europeo de Educación Superior. El papel de nuestro rector, en este asunto, ha sido el de orquestar una “buena transición”, sin resistencias, ayudado, en todo caso, de un reglamento franquista para acallar las voces críticas, y, al mismo tiempo, aprendiendo a bajar la cabeza ante las órdenes de otros.
A estas alturas, teniendo en cuenta como ha sido tratado usted por los políticos, no sabemos si deberíamos llamarlo rector Doménech o rector domeñado (sometido, avasallado, rendido, reducido, manso). Hay personas que solo se ponen brabuconas cuando tienen a la mano un reglamento de disciplina fascista. Luego, se comportan como corderitos listos para el matadero. ¿Está esperando usted la redención de los cielos, rector Doménech? En medio de estas reflexiones es inevitable que nos venga a la cabeza el filósofo de Königsberg, Immanuel Kant, cuando decía: “si el hombre se hace a sí mismo como un gusano, luego no debe quejarse cuando es pisado”.
Para el Movimiento Estudiantil ha llegado la hora de la ruptura. No podemos continuar esperando las migajas de una universidad que se ha construido en contra del estudiantado. No podemos seguir soportando un rector que ha declarado la guerra al Movimiento Estudiantil. Tampoco podemos permanecer impasibles viendo como la Universidad de La Laguna se termina de hundir en el fango. En este sentido, nada mejor para terminar que recordar las palabras que Emiliano Zapata dedicó al presidente Venustiano Carranza:
“Nadie cree ya en usted, ni en sus dotes de pacificador, ni en sus tamaños como político y como gobernante. Es tiempo de retirarse, es tiempo de dejar el puesto a hombres, o mujeres, más hábiles y más honrados. Sería un crimen prolongar esta situación de innegable bancarrota moral, económica y política”