Para los días 24 y 25 de abril se había acordado una visita oficial de Felipe VI y Leticia a Canarias. Una de las actividades programadas era la asistencia a la Universidad de La Laguna, de cuyos propósitos nunca fuimos informados previamente.
A tal efecto, se cerró el edificio de Física y Matemáticas a fin de hacer más cómoda la estancia del Jefe de Estado. Para ello, se prohibió a cualquier persona de la Universidad el acceso a su propio recinto, llegando incluso a imposibilitar a muchos estudiantes ir a clases teóricas o prácticas, hecho que queremos denunciar públicamente.
Tal y como han relatado nuestras compañeras y compañeros, la presencia policial en la ciudad de Aguere fue desproporcionada desde muy pronto. Los acontecimientos se dieron en dos lugares diferentes. Por un lado, algunas compañeras y compañeros decidieron realizar un encierro pacífico, permitido posteriormente por representantes de la ULL, en la delegación del alumnado de Física con el objetivo de manifestar el rechazo ante la visita de Felipe VI y de todo el tratamiento institucional que se llevó a cabo. Tras cuatro horas de encierro deciden salir para realizar una sentada pacífica frente a la puerta del local, que no consiguen que se produzca puesto que son violentamente arrastradas, golpeadas, se rompió la ropa de algunos de ellos, se les tapó la nariz impidiéndoles respirar, entre otras cosas.
Por otro lado, otros compañeros y compañeras que se encontraban en otra facultad, decidieron también mostrar su rechazo hacia la visita y su solidaridad a la gente que se encontraba en el interior encerrada. Enseguida la policía los rodeó, identificándoles e impidiéndoles expresar públicamente su opinión.
Nos parece insólito el uso de instituciones retrógradas y no electas democráticamente para la consecución de propósitos que conciernen al conjunto de la sociedad en Canarias. Creemos que desde el Archipiélago tenemos capacidades y argumentos suficientes para defender la Universidad ante los ataques que sufrimos a través de los recortes de los sucesivos gobiernos canario y español.
Por todo ello, como estudiantes de la Universidad de La Laguna queremos expresar:
1º Nuestra solidaridad con todas aquellas personas golpeadas e identificadas por los cuerpos de seguridad del Estado. Así como nuestra denuncia y total condena por los hechos acaecidos en la tarde del pasado Martes 25 de abril.
2º La solicitud de responsabilidades a todos los niveles. Desde las instituciones políticas hasta los altos cargos de la Universidad de La Laguna, cómplices necesarios de este atropello, empezando por la dimisión del máximo responsable, el rector Antonio Martinón y el cese del Vicerrector de TIDD y el jefe de gabinete.
3º Nuestra repulsa a que se imposibilite el acceso al recinto educativo a los estudiantes por motivos que no han sido ni consultados ni consensuados con el conjunto de la comunidad universitaria. El centro es de todos y de todas, y no se pueden poner límites.
4º Nuestra voluntad de construir cauces de expresión que ayuden a conseguir mayores inversiones en investigación, desde la inclusividad y participación de todos los sectores de la comunidad educativa.