Estudiar en Canarias se convierte en un imposible, un camino lleno de obstáculos. Nuca ha sido fácil. La insularidad y el desigual reparto de la riqueza han marcado profundamente el devenir del estudiante isleño. Las carencias históricas han condicionado el presente, y, más allá de que determinados avances se hayan disfrazado de grandes conquistas, estudiar en Canarias siempre ha sido un reto.
Un reto importante para los aspirantes y sus familias. Y a todos los males padecidos, se une la gestión que hemos sufrido este curso de las becas del Ministerio (las del Gobierno de Canarias se han gestionado igual de mal que otros años). La gestión de las becas del MEC ha estado marcada por los profundos cambios en la convocatoria. Los aspirantes a becarios del MEC han sufrido un aumento del nivel de exigencia (ya era bastante alto), y una “confusa” ecuación que resuelve la cantidad que le corresponde a cada becario, una ecuación, con variables “ocultas”, que está dificultando, en estos momentos, las reclamaciones de los estudiantes.

Por esa razón, nos dirigimos al ministro WERT el pasado 6 de marzo:
Las políticas que se han llevado a cabo desde su Ministerio suponen la desposesión masiva de los estudiantes canarios. La situación vivida a lo largo de los últimos cursos – el aumento abusivo de las tasas académicas, la modificación de la convocatoria de becas y las normativas de progreso y permanencia- propician la expulsión de los alumnos y alumnas más desfavorecidos de la Universidad. Se debe tener en cuenta que, en las actuales circunstancias, los más desfavorecidos son la mayoría.
(…) le solicitamos un giro radical en las políticas desarrolladas desde su Ministerio, una revisión del modelo de tasas académicas (le adelantamos que defendemos que la Universidad, como en la mayoría de países civilizados, debe ser gratuita); transformaciones profundas del actual modelo de convocatoria de la beca del MEC –cambios que se deben hacer teniendo en cuenta la opinión de los estudiantes-, y la retirada de los denominados requisitos de progreso y permanencia, puesto que no suponen una mejora real del rendimiento académico ni, mucho menos, de la calidad de nuestras universidades.

Y volvimos a escribirle el 31 de marzo:
En los últimos días hemos tenido noticias de que a un alto porcentaje –más del 40%- de los solicitantes de beca de la Universidad de La Laguna se les ha denegado la ayuda debido a los nuevos requisitos implantados por el MEC (El Ministerio deniega la beca a casi el 40% de los alumnos solicitantes [Diario de Avisos 21/03/2014]). A esto se le suma la complicada situación a la que se enfrentan aquellos estudiantes que se ven obligados a devolver la cuantía de su beca, haciendo peligrar la continuidad de su formación académica. Por otra parte, el Ministerio adeuda a gran parte de los beneficiarios de la ULL la cuantía que les corresponde.
Insistimos también en la necesidad de cambiar “el modelo de convocatoria”:
(…) insistimos en solicitar que se cambie el modelo de convocatoria de becas, entendiendo que dichos cambios se deben discutir en el seno de la comunidad universitaria. Por lo pronto, se debería volver a los parámetros de exigencia de anteriores convocatorias. De la misma forma, se debería dar alternativas a los alumnos que se ven obligados a devolver sus becas por no haber superado un número determinado de créditos.

En la misma línea, escribimos al consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez García, el escrito está fechado el 6 de marzo:
La política de becas seguida por el Gobierno de Canarias debe dar un giro radical, sobre todo, en estos momentos en que la convocatoria de becas del MEC ha endurecido de forma lesiva los requisitos para su obtención. En AMEC, entendemos que la mejora de los niveles de éxito académico se vinculan a políticas de becas y ayudas realmente efectivas.

El mismo 6 de marzo escribimos al rector de la ULL, Eduardo Doménech Martínez:
(…) solicitamos que usted, como rector de la Universidad de La Laguna, haga todo lo posible para que el MEC y el Gobierno de Canarias agilicen los trámites de resolución de sus respectivas convocatorias de beca, instando, asimismo, a estos dos organismos a una mejora en la gestión de estas ayudas. Por otra parte, se debe mejorar el plan de ayudas asistenciales con el que cuenta la Universidad de La Laguna, imprimiéndole mayor dinamismo y eficacia a la hora de llegar a los alumnos con problemas económicos en esta Universidad.

Nuestra misiva al rector tuvo como respuesta una insuficiente “Declaración institucional sobre la necesaria mejora de la tramitación de las becas para cursar estudios universitarios” (28/03/2014). Consideramos dicha declaración insuficiente, puesto que, desde nuestro punto de vista, la ULL puede implicarse mucho más en la problemática. En el mismo Consejo de Gobierno en el que se ratificaba dicha declaración institucional, uno de nuestros representantes le pedía al rector y a la vicerrectora de Alumnado un mayor compromiso, dando lectura a un escrito que, esa misma mañana, AMEC había dirigido a la vicerrectora de Alumnado de la ULL, Miriam Catalina González Afonso. En dicho escrito, le planteamos lo siguientes interrogantes:
Sobre los estudiantes a los que se les ha denegado la beca:
¿Cómo afrontará la ULL el que una buena parte de los estudiantes no puedan finalmente abonar la matrícula del presente curso? ¿Se ofrecerá algún tipo de solución a los alumnos afectados? Teniendo en cuenta que si no se paga la matrícula del presente curso, esta se convierte en deuda para el próximo, ¿estará la ULL dispuesta a trabajar con el Gobierno de Canarias para retirar del Decreto de Tasas esta exigencia de pagar por un curso que el alumno se ve obligado a abandonar?
En relación a los 522 estudiantes que tienen que devolver su beca:
¿Establecerá la ULL algún tipo de negociación con el Ministerio para que esta medida no sea tan drástica y dañina para los estudiantes afectados?
En relación a los estudiantes a los que se les ingresará la beca a finales de curso:
¿De qué forma afrontará la ULL esta circunstancia? ¿Se ha pensado algún plan de actuación que permita paliar la situación de los alumnos afectados?
En relación a las ayudas al transporte suprimidas este curso:
¿Qué medidas ha tomado la ULL?

A día de hoy, no hemos recibido respuesta desde el Vicerrectorado de Alumnado, y hay que tener en cuenta que ha pasado casi un mes desde que le hicimos llegar el referido escrito. Lo único que hemos podido ver es un artículo en el Diario de Avisos, publicado el pasado 5 de abril (enlace: http://goo.gl/3ShCa4), en el que se informaba de la cantidad de alumnos que habían recibido ayudas de la ULL para poder continuar este año sus estudios (un total de 235 alumnos). Los datos procedían del Vicerrectorado de Alumnado. Asimismo, en dicho artículo, se hacía un recorrido por la gran cantidad y variedad de ayudas con las que cuentan los alumnos en especiales dificultades, pero, al final del mismo, quedaban plasmadas, a modo de terrible amenaza, las recomendaciones del Vicerrectorado para aquellos alumnos que no han obtenido la beca solicitada y no han pagado la matrícula:
(…) tienen que presentar justificante de renuncia a la beca junto con la solicitud de anulación de la matrícula.
Un panorama sin horizonte, sin respuestas y sin un compromiso claro con el alumnado. Al final todo se queda en cifras. Al día siguiente de que se publicaran los datos aportados por el Vicerrectorado de Alumnado -en el mismo periódico-, Eduardo Doménech Martínez daba cuenta del hundimiento de su gestión al frente de la institución, con un lastimero: “(…) lo único que podemos hacer es subsistir”. Al tiempo que anunciaba que para el próximo curso “vamos a perder en torno a 1.000 alumnos sobre los matriculados que hay ahora» (enlace de la entrevista: http://goo.gl/rvjNIR).
El rector reconoce que “hay gente que lo está pasando realmente mal”, pero no ofrece alternativas construidas desde la ULL a favor de sus alumnos. Por el contrario, esa indecisión y falta de compromiso real con el estudiantado no le impiden anunciar, en esa misma entrevista, el endeudamiento de la Universidad de La Laguna para sacar adelante su cacareado Campus de Excelencia:
Los proyectos del Campus de Excelencia se van a sacar adelante, aunque el dinero proceda de un préstamo que tendremos que devolver (…).
