Presupuestos ULL: intervención de AMEC en el Claustro (14/12/2015)

AMEC fue el único grupo claustral en presentar propuestas de resolución (22). Todas fueron aprobadas. 

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Antes de comenzar nuestra intervención, queremos recordar que hace dos días, el pasado 12 de diciembre, se cumplieron 38 años del asesinato del estudiante de la Universidad de La Laguna Javier Fernández Quesada. Javier fue asesinado en el contexto de una feroz represión, una represión que no podemos considerar -como cartel javier38añosse ha pretendido hacer creer- el fruto amargo de los últimos coletazos de un régimen que se extinguía. El asesinato de Javier y el de muchos otros, como el de Bartolomé García Lorenzo, estudiante de magisterio en la ULL (asesinado en septiembre del 76), son la prueba fehaciente del continuismo y el falso cambio de régimen. Las élites dirigentes se vieron en la necesidad de adoptar ropajes democráticos, pero sin perder ninguno de sus privilegios políticos y económicos. En este sentido, la única manera que tuvieron de controlar la denominada “transición” fue mediante la aplicación del terror. El terror jugó un papel fundamental a la hora de neutralizar a las fuerzas realmente democráticas, el terror domesticó partidos y conciencias. Javier Fernández Quesada, junto con muchos otros asesinados o represaliados, fue una víctima del terror del continuismo. Victima de ese “cambiar todo para que nada cambie”.

El reverso de la memoria es el olvido. Nosotros nos negamos a olvidar. Recordar a Javier es un acto de dignidad y de resistencia.

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Señor rector, el Claustro es, según el Artículo 151.- 1. de los Estatutos de esta Universidad:  “el máximo órgano representativo y deliberante de la Universidad de La Laguna”. Y como máximo órgano representativo, y por eso que denominan ustedes “salud democrática”, este órgano se debe reunir más a menudo. La misión de este órgano es acompañar la gestión de este casa de estudios, gestión que debe tener una lectura política, debemos reunirnos para deliberar, reflexionar, criticar y representar a la comunidad universitaria, comunidad que también es “comunidad política”.

Un momento de la intervención del portavoz de AMEC

Un momento de la intervención del portavoz de AMEC

El Claustro debe ser, si se nos permite la metáfora, la sala de máquinas que mueva esta enorme y complicada “nave”. Cualquier pretensión de movilizar esta institución sin contar con el Claustro, terminará por alejar a los dirigentes de esta casa -al rector y su equipo- de la comunidad universitaria. El Claustro, como órgano de representación, debe funcionar.

Señor Martinón: no desprecie este órgano de representación. El debate, la discusión, incluso el enfrentamiento político, los consensos y los desacuerdos, son el alimento de futuro porque construyen universidad. El conflicto, los choques de ideas, son fundamentales si pretendemos un movimiento real -el cambio de paradigmas- que nos permita avanzar. Sin movimiento no hay Universidad. La Universidad no puede ser un lugar anquilosado, un lugar negado al futuro y las transformaciones. Señor Martinón: no tenga miedo a este órgano, no rehúya la confrontación política.

Esta sesión claustral no debe ser un mero trámite administrativo. Esta sesión claustral debe servir para orientar, al menos de cara al futuro, la política presupuestaria de la ULL. De lo contrario, es de temer que su gestión se caracterice por ser la gestión de una herencia, de una mala herencia. De usted depende. Usted es el que tendrá que decidir si se dedica a  la gestión del pasado o si apuesta por el futuro.

Pero debe recordar que el futuro solo estará garantizado si se rompe de una forma real con el pasado. Usted no se puede convertir en el triste gestor de la herencia, de la mala herencia, de Eduardo Doménech Martínez. En este sentido, no debe ignorar que estos presupuestos desprenden un hedor muy característico. No nos engañamos, estos presupuestos representan el continuismo, la misma gestión sin futuro a la que nos abocó su antecesor en el cargo.

La ruptura con el pasado nos abrirá las puertas, nos permitirá pensar la ULL de una forma diferente, nos permitirá romper con los pies de plomo, la lentitud, superar la anemia estructural que amenaza el futuro de la institución pública más importante del Archipiélago. Pero para que se produzca una ruptura real, debemos ser capaces de asumir con firmeza la responsabilidad que supone la gestión de una institución de estas características. En este sentido, el saneamiento económico reclama del rector una actitud crítica, un proceder diligente, sin miedos. Se deben superar los miedos escénicos  y no se debe ser cómplice de un pasado oscuro. La sociedad canaria reclama de su Universidad un mayor grado de transparencia y la correcta gestión de los recursos que en ella se invierten.

La transparencia solo se puede garantizar si realizamos un juicio apropiado del pasado. No debemos comprometernos con esa mala herencia que le referimos anteriormente. En este sentido, no continúe ignorando la solicitud que le hicimos en su momento: la ULL y las fundaciones que estén vinculadas a esta institución deben pasar por una auditoría económica y administrativa. Ignorar esto, señor rector, supone comprometerse demasiado con lo anterior.

Precisamente, estos presupuestos están anclados en la misma lógica de naufragio que los presupuestos de años anteriores. La misma lógica del recorte. Recortes que perjudican, como en años anteriores, al alumnado. Son los servicios destinados a los estudiantes los que se ven retocados por la “tijera”. No dudamos en calificar estas partidas presupuestarias como partidas de la vergüenza. Se reducen las ayudas a los estudiantes menos favorecidos, se reduce la dotación presupuestaria para bonos de comedor, bolsas de viajes, ayudas de guardería, becas… Las becas de los Colegios Mayores y la Residencia Universitaria aumentan de una forma miserable.

Sus presupuestos, señor rector, mantienen la misma línea que los del año pasado, aunque no deja de sorprender como se ha metido la tijera descaradamente en los servicios ofertados al alumnado, mientras que las partidas de “otros gastos”, partidas sin especificar, suman 814.080,09 euros. ¿Dónde va ese dinero?

Señor Martinón, ¿por qué lo único que sube alegremente todos los años es el sueldo de la gerenta? ¿No sería conveniente explicar a la comunidad los entresijos de la gestión económica anterior? ¿Qué nos puede decir de los casi 50.000 euros que pagamos de intereses del préstamo CEI Canarias Campus Atlántico Internacional?

Señor rector, AMEC no se identifica con estos presupuestos. No son nuestros presupuestos. Tampoco representan el modelo de Universidad que queremos. Para nosotros hay futuro mientras se tenga en cuenta las necesidades del colectivo estudiantil, colectivo que nutre y da sentido a la Universidad. Estos presupuestos ignoran al alumnado. Precisamente, las propuestas de resolución que hemos presentado pretenden indicar donde advertimos las grandes carencias y omisiones.

Para que este fuera un documento mínimamente aceptable se tendrían que mejorar las partidas destinadas a los Colegios Mayores y la Residencia Universitaria (y que esto supusiera la bajada de precios en estos centros); se debería aumentar el presupuesto de todas las ayudas asistenciales; la subida, y no la bajada, de las ayudas en bonos de comedor (flexibilizando los requisitos para la obtención de los mismos); aumentar el presupuesto de las ayudas para estudiantes con especiales dificultades económicas; impulsar el uso de software libre para reducir el gasto en software privativo; se deberían aumentar las partidas destinadas a la recuperación de las instalaciones de la ULL y la eliminación de las barreras arquitectónicas; mejorar la financiación del circuito universitario de transporte, y, finalmente, nos parece fundamental poder contar con una documentación presupuestaria que sea clara, concisa, detallada y libre de manipulaciones. Si queremos ser una Universidad diferente, nos tenemos que distanciar de lo que ya hemos sido, de lo que, al parecer, no será tan fácil que dejemos de ser.

Señor rector, queremos una Universidad de futuro, por tanto, ha llegado la hora de romper con el pasado. Como ya le hemos dicho, de usted depende, usted tendrá que decidir.

Muchas gracias

Propuestas de resolución: 

AMEC fue el único grupo claustral en presentar propuestas de resolución (22). Todas fueron aprobadas. 

AMEC solicita a Martinón un trato digno para los estudiantes de las titulaciones en extinción

Desde la Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC), se entiende necesario tomar una serie de medidas que eviten que los estudiantes que cursan titulaciones en extinción “sigan sufriendo las consecuencias de un proceso de adaptación de titulaciones deficiente”. En este sentido, desde el colectivo estudiantil lagunero se pide al rector de la ULL, Antonio Martinón Cejas, que “no deje en la estacada a los cientos de estudiantes que esperan una serie de actuaciones que les faciliten la conclusión de sus titulaciones sin tener que adaptarse al grado o, en su caso, que se les permita una adaptación que no suponga la pérdida de años cursados”.

AMEC plantea al rector tres líneas de actuación: la modificación del reglamento de compensación de la ULL; una nueva convocatoria extraordinaria; y la modificación de la tabla de convalidaciones que permita, en caso de no ser evitable, una mejor adaptación al grado.

El reglamento de compensación

AMEC lleva meses solicitando la “modificación del Reglamento del Tribunal de Evaluación Curricular por Compensación”, puesto que “su nivel de exigencia en la ULL es mayor que el de otras universidades”. Según los representantes estudiantiles, “la situación actual coloca al estudiante lagunero en desventaja frente a otros universitarios”. Los alumnos claustrales consideran que “una modificación de urgencia desbloquearía la situación actual y permitiría compensar asignaturas a los que cursan titulaciones en extinción”.

Una convocatoria extraordinaria

La Asamblea ve necesario que desde el Rectorado se resuelva programar “una nueva convocatoria extraordinaria que permita examinar asignaturas en extinción”. AMEC cree “justa” la reclamación de una media que, simplemente, “sitúa a la ULL a la misma altura que otras universidades”. En este sentido, se señala: “no pedimos para la ULL algo particular, sino tener las mismas oportunidades que tienen estudiantes de otras universidades”.

Modificar la tabla de convalidaciones

Como tercera medida, AMEC solicita la “modificación de la tabla de convalidaciones en las diferentes titulaciones para que los estudiantes que se vean obligados adaptarse a los grados no pierdan asignaturas cursadas”. Para AMEC, “no tiene sentido que estudiantes a los que les faltan una o dos asignaturas para terminar su titulación se vean en la obligación de cursar ocho o más asignaturas por adaptarse al grado”. De forma particular, AMEC pide que se convaliden todas las optativas cursadas en la titulación que se adapta: “teniendo en cuenta el número de créditos optativos cursados y no el nombre y contenido de la asignatura a convalidar”.  Asimismo, se pide que los estudiantes que se adapten al grado “no tengan que cursar y evaluarse de la denominada Formación Básica”.

Desalojo de los colegios mayores

En otro orden de cosas, AMEC ha solicitado al vicerrector de Estudiantes, Alfonso García Hernández, que se “permita la estancia en los colegios mayores hasta el cierre de los mismos”, accediendo a que los colegiales puedan “permanecer en los centros después del 21 de julio”. AMEC se opone también a que los colegiales y residentes tengan que sacar sus pertenecías de las habitaciones durante el cierre de los centros de alojamiento. Como ya han manifestado en diversas ocasiones, “se trata de una medida sin sentido, puesto que las habitaciones no son utilizadas durante el periodo en el que los centros permanecen cerrados”. El desalojo de los cuartos supone un “trastorno innecesario para los estudiantes, que, pasado poco más de un mes, volverán a ocupar las mismas habitaciones”.

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Escrito remitido al Vicerrectorado de Estudiantes (pincha en la imagen para ver en grande).

Las residencias de la ULL registran 435 alumnos sin plaza o en espera [El Día 20/08/2014]

Los estudiantes excluidos por no satisfacer alguno de los requisitos son 229 Otros 206 aguardan a que se produzca alguna vacante La institución oferta 569 plazas.

La capacidad de las residencias de la Universidad de La Laguna (ULL) se incrementa año tras año, pero la demanda de los alumnos continúa superando en mucho a la oferta. Según los datos de la propia institución académica, 229 solicitantes que cursarán sus estudios en ella en el curso 2014-2015 han quedado excluidos de estas instalaciones por no satisfacer algunos de los requisitos exigidos, mientras que otros 206 forman parte de las listas de espera.

En realidad, la lista de espera registra más de 800 peticiones, ya que la mayoría de los interesados solicita plaza en más de un colegio mayor.

La oferta de los colegios y residencias de la ULL alcanza este año las 569 plazas. La Residencia Universitaria Parque de las Islas es la que tiene mayor capacidad (233 plazas), seguida del colegio mayor Santa María (117). El colegio mayor San Agustín puede albergar hasta a 112 estudiantes, mientras que en el San Fernando hay espacio para 107. Hace tres cursos, el número total de plazas era de 555.

La mayoría de los admitidos (339) ya eran colegiales durante el curso anterior. Un total de 179 ingresarán por primera vez en estos centros este año. Otros 16 accederán desde la lista reservada para estudiantes de doctorado y títulos propios. Finalmente, once colegiales integran el denominado «cupo de solidaridad».

Las necesidades de alojamiento de la Universidad de La Laguna son tales que el rector de la institución, Eduardo Doménech, ha expresado más de una vez su deseo de construir un nuevo colegio mayor, para cuya ubicación se ha pensado en la vieja Facultad de Bellas Artes, que queda ahora sin uso tras la apertura de la nueva, situada en el campus de Guajara.