AMEC no consideró suficientes las explicaciones de la Universidad en el “caso del alumno de Medicina” [INFORME INTERNO]

INFORME INTERNO de la Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC) sobre la reunión mantenida con el rector y su equipo en relación al caso de un alumno que accedió al Grado de Medicina utilizando el “cupo de discapacidad”.

  • El alumno intenta nuevamente entrar por el cupo reservado a personas con discapacidad, presentando nueva documentación al respecto, no obstante, queda en entre dicho la suficiencia de dicha documentación para acreditar los “problemas educativos asociados a la discapacidad” por cuanto falta el informe acreditativo expedido por el órgano competente de la Comunidad Autónoma
  • Los mecanismos [de admisión] “no son del todo objetivos ni transparentes”

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En la reunión mantenida, el 1 de febrero, con relación al caso del alumno matriculado en el Grado de Medicina de la Universidad de La Laguna por el cupo de discapacidad, concurren, representando a la institución universitaria la secretaria general, Dulce María Cairós Barreto, el rector, Antonio Martinón Cejas y su jefe de gabinete, Manuel Ledesma Reyes.

Acuden también representantes de todos los grupos claustrales, tanto del PAS, el profesorado y el alumnado.

Antecedentes de hecho

En el curso 2015-2016, el alumno en cuestión, hijo de la vicedecana de la Sección de Medicina, presenta la solicitud de la matriculación por el cupo general y también por el cupo reservado a discapacitados.

Ambas solicitudes son denegadas, la del cupo general por no estar dentro del ratio de admitidos y la del cupo por discapacidad por no presentar documentación que acredite dicha discapacidad.

A sabiendas de su inadmisión decide matricularse en una universidad de España ajena a Canarias. Tras sufrir recaídas por una enfermedad, el chico vuelve desde España y presenta un escrito al decano, superior directo de la madre de este chico, solicitando su admisión para el cupo reservado a discapacitados.

Este escrito obtiene una respuesta por parte del decano, manifiestamente incompetente para responder a un escrito de esta índole, cuyo objeto principal es la admisión de un alumno en la institución, admitiendo su solicitud por escrito.

De esta situación tiene conocimiento un interesado en el procedimiento de admisión que tampoco pudo entrar por quedar fuera del ratio en la lista de admitidos, e informa mediante correo electrónico de la situación que se está produciendo en Medicina, pues el chico asiste regularmente a clases como si estuviese matriculado.

La secretaria general informa al denunciante que por este cauce no puede hacer nada, que mejor presente una queja formal y que esta será contestada.

Hecho y presentado el escrito por parte del alumno interesado en el procedimiento de admisión, donde denuncia la actuación del decano y la situación en la que está el alumno, asistiendo regularmente a clases, se le da la razón, pues como ya habíamos dicho el decano es incompetente para dictar una resolución en materia de matriculación o admisión universitaria.

En tanto que el alumno hijo de la vicedecana se ve ahora totalmente desvinculado de la Universidad, por un acto formal -la resolución de la Secretaría General de la Universidad-, decide recurrir la misma y presenta recurso contencioso administrativo. La resolución judicial da la razón a la Universidad de La Laguna en estas fechas enero de 2017.

En el presente curso

Volviendo atrás en el tiempo, en el inicio del presente curso 2016-2017, el alumno intenta nuevamente entrar por el cupo reservado a personas con discapacidad, presentando nueva documentación al respecto, no obstante, queda en entre dicho la suficiencia de dicha documentación para acreditar los “problemas educativos asociados a la discapacidad” por cuanto falta el informe acreditativo expedido por el órgano competente de la Comunidad Autónoma como establece el precepto aplicable, recogido tanto en la orden de Secretaría para la matriculación como en el Real Decreto estatal que regula esta materia. Además, como reconoce la propia secretaria general de la universidad en la reunión, la mayoría de informes médicos que presentó el alumno son de procedencia de entidades privadas de salud y que el único documento público que obra en la documentación presentada por el chico para acreditar sus dificultades educativas asociadas a discapacidad, es un informe del colegio en el que estudió la etapa del bachillerato, donde se acredita que se tuvo que reformar especialmente para él, aspectos en su educación por motivos asociados a su enfermedad.

Para la ULL los mecanismos de admisión son “efectivos”

En este sentido se pronuncia los representantes de la Universidad: diciendo que “los mecanismos de acceso a la misma son efectivos”, pues en primer momento este chico no entra por ser “hijo de”, sino porque acredita suficientemente su “discapacidad”, pues de lo contrario hubiera entrado en el año 2015.

Frente a esta afirmación, los representantes de AMEC responden diciendo que los mecanismos “no son del todo objetivos ni transparentes”, y de hecho, se preguntan: “¿por qué un decano, manifiestamente incompetente para dictar una resolución en cuanto al acceso, se toma la molestia de redactarla y de firmarla?”

Frente a esto los representantes de la Universidad arguyen que el decano llevaba poco tiempo en su cargo y que rápidamente se excusa remitiendo un escrito a Secretaría General, no obstante, ese escrito llega cuando la secretaria general ya tiene conocimiento del asunto, no antes.

AMEC, frente a las declaraciones públicas de la madre del alumno en cuestión en los medios de comunicación con respecto a que el chico tiene la nota guardada de los exámenes que realizó el año pasado, solicita una comisión de investigación para aclarar si de verdad no tiene la nota guardada como afirma el rector de la Universidad. Ante esta petición, una profesora que asiste a la reunión, aduce que no es necesaria por cuanto ya la Universidad está sometida a control externo constante por las agencias de educación (ANECA), y, asimismo, el catedrático Capafons, que asiste en nombre de su grupo claustral, aduce que no hay que hacer gastos innecesarios (refiriendo a tiempo y esfuerzos), en esclarecer algo que ya está más que nítido con la explicación del rector.

 

13 de abril, huelga en la ULL (texto del discurso y fotos)

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Lis Montoya fue la encargada de leer el discurso de AMEC

Desde la Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC) saludamos a todos los compañeros y compañeras que han decidido organizarse y movilizarse por sus derechos. Hoy no es un día cualquiera en la Universidad de La Laguna, hoy es un día de lucha. Los alumnos y alumnas de la ULL tenemos razones de sobra para movilizarnos en este día y para exigir ser escuchados. Los alumnos y alumnas de la ULL exigimos el respeto que merecemos por parte de esta institución educativa.

En la ULL no se convoca jornada de huelga por el gusto de no ir a clase, se convoca huelga porque la situación que SUFRIMOS es indigna, excluyente, antidemocrática, injusta… Este curso terminará en la ULL, si no se le pone remedio, con el drenaje –la expulsión- de 2.500 compañeros y compañeras. Eso es lo injusto, lo indigno…y nuestro silencio nos llenaría de indignidad y nos haría cómplices de la injusticia. Nosotras lo tenemos claro: ¡no nos callamos! No vamos a ser cómplices de una de las mayores infamias que van a sufrir los estudiantes de las Islas en los últimos años.

En La Laguna sufrimos una de las tres peores normativas de permanencia. Las normativas de progreso y permanencia adoptadas por las universidades -cada universidad con su reglamento propio- venían promovidas por la agenda Bolonia -la famosa Convergencia Europea-, una agenda productivista destinada a reconvertir la enseñanza universitaria en un buen negocio: la extracción de rentas del sistema educativo; la desposesión de otro bien “público”; la transformación de la financiación pública de la enseñanza superior en beneficios particulares.

Para cotizar bien en este modelo de UNIVERSIDAD-EMPRESA se necesita la consecución de unos índices de producción, las estadísticas deben mejorar cada año. Tenemos que obtener unos “buenos números”, pero nadie habla de calidad. Nadie habla de una Universidad para la gente. El empeño absurdo de mejorar resultados a base de presionar con unos criterios de permanencia brutales lo único que consigue, al final, es expulsar a miles de estudiantes cada año. Repetimos: la ULL tiene una de las tres peores normativas de permanencia de todo el Estado.

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Isabel Chávez López (AMEC) respondiendo a las preguntas de los medios de comunicación

Desde AMEC, rechazamos desde el principio -hace ya un montón de años- el asunto de la Permanencia. Hoy no es la primera vez que nos movilizamos contra la Normativa de Permanencia, esta herencia podrida que nos dejó Eduardo Doménech Martínez (el peor rector que ha tenido la ULL a lo largo de toda su historia).  Y no solo han sido movilizaciones, se ha trabajado, los grupos estudiantiles hemos luchado por cambiar esta normativa. Hemos tenido que argumentar claramente nuestras razones, nos hemos visto obligados a analizar la realidad, nuestra realidad universitaria, para explicarle a la Universidad la importancia de renegociar con el Consejo Social de la ULL una nueva normativa, una normativa mejor, una normativa con sentido, una normativa con sentido universitario. Ahora, en estos precisos momentos, la realidad nos coloca el argumento, el nítido argumento que nos golpea; la realidad son 2.500 compañeros y compañeras que tendrán que abandonar sus estudias en la ULL el próximo curso por culpa de la Normativa de Permanencia. Y esos datos no son nuestros, no son fruto de nuestra previsión, son datos de la propia Universidad, datos que la ULL ha hecho públicos. Es la realidad. Una realidad terrible. Y frente a eso, el silencio es miseria. AMEC lo tiene claro, no nos vale el silencio.

Por eso lanzamos un mensaje rotundo, un mensaje nítido, a todas las personas que participan en el Consejo Social de la ULL, ese supuesto órgano externo que garantiza la presencia de la sociedad en la gestión de la ULL. Al Consejo Social, a todas esas personas, a todos sus miembros; ellos, que son representantes de los cabildos insulares, del Parlamento, de los sindicatos, del mundo empresarial, a todas esas personas, les pedimos, les solicitamos, les exigimos que pongan fin a esta grave injusticia que sufren los estudiantes de la ULL, que pongan fin a este agravio. Expulsar estudiantes y permitir que eso pase porque nuestra Normativa de Permanencia es de las peores, es un acto que no alberga nada positivo. No es bueno para la ULL ni para Canarias. Es una injusticia, solo eso.

«No apoyaremos ningún documento estatutario que recorte nuestros derechos»

Pero no solo tenemos que luchar contra esta terrible Normativa y sus consecuencias. Fruto también de toda esa reconversión educativa que vive la enseñanza, en la ULL llevan años tratando de cambiar los Estatutos. Llevan años tratando de aprobar unos nuevos Estatutos, dicen que es por imperativo legal. Pero, por mucho imperativo legal que señalen, no es de recibo que esos nuevos Estatutos recorten derechos estudiantiles. Esos recortes no forman parte de ningún imperativo legal, sino que se convierten en la ganancia colateral de un proceso de reforma estatutaria. ¿Ganancia para quién? Para los de siempre, pero no para nosotras.

En la ULL, el rector Martinón -al igual que el rector Domenéch en su momento- pretende aprovechar este proceso de reforma estatutaria para modificar el número de convocatorias a las que tenemos derecho por asignatura y curso (Artículo 40 de los actuales Estatutos) y, de forma clara, también tratarán de reducir el número de llamamientos a los que tenemos derecho (Artículo 41).

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El asunto de la pérdida de una convocatoria no forma parte de una “previsión” que hacemos los representantes estudiantiles. La intención de quitarnos una convocatoria ha sido anunciada desde el Rectorado. Y frente a ese anuncio, hemos respondido todos los grupos de representación estudiantil presentes en la ULL; le hemos mandado un mensaje claro al rector y a los profesores: no apoyaremos ningún documento estatutario que recorte nuestros derechos.

Defender esos derechos, ese “valor acumulado” por la lucha estudiantil a lo largo de las décadas, nos reúne también hoy aquí; defender que los estudiantes tenemos un sentido propio, que no vamos a dejar de luchar por algo que consiguieron otros compañeros y compañeras, y que tenemos derecho a mantener para nosotras y para las que vengan en el futuro.

La Asamblea de Movimiento Estudiantil Canario va a permanecer firme en esta cuestión, pero nuestra firmeza no es suficiente. Es importante que todos los alumnos y alumnas transmitan esa firmeza. Hay que mandar un mensaje claro al rector Martinón y a los profesores: ¡¡¡Nuestros derechos no se tocan!!!

Les exigimos un respeto por las tres convocatorias a las que tenemos derecho. No nos van a convencer de que tener tres convocatorias es malo. Por muchas vueltas que le den, no nos van a engañar en este asunto. AMEC lo tiene claro, todos los grupos de representación estudiantil lo tenemos claro, ahora es cuestión de que cada alumno y alumna le transmita un mensaje a los profesores, un mensaje directo: ¡¡¡Nuestros derechos se respetan!!! ¡¡¡No a la pérdida de convocatorias!!!

Compañeros y compañeras:

         ¡¡¡No a una Normativa de Permanencia que nos expulsa de la ULL!!!

         ¡¡¡No a la pérdida de convocatorias!!!

         ¡¡¡VIVA LA LUCHA DE LOS ESTUDIANTES!!!